El acceso a las tecnologías, el cambio de los ideales de belleza y una sociedad que cada vez se preocupa por su imagen, ha generado una gran demanda en tratamientos estéticos mínimamente invasivos.
La revista sentido de mujer define la medicina estética como una disciplina que proporciona calidad de vida, bienestar psíquico y físico al paciente, mejorando su autoestima. Esta va orientada a la práctica preventiva y restauradora, corrigiendo así, alteraciones consideradas no estéticas.
Según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, el número de procedimientos estéticos mínimamente invasivos ha aumentado casi un 200% desde el año 2000, y sin indicios de una desaceleración. Esto debido a que estas nuevas técnicas de belleza tienen como característica principal, la no intervención quirúrgica y apuntan a realizar cambios más naturales y progresivos. A este creciente interés por las mejoras del aspecto van ligados los grandes avances en el área, ya que se ofrecen alternativas y máquinas nuevas para conseguir los resultados deseados de forma rápida, económica y sin tener que pasar por quirófano.
Entre las ventajas que ofrecen los tratamientos estéticos están:
- No requerir tiempo de hospitalización: al no realizarse una intervención quirúrgica, no es necesario que los pacientes sean hospitalizados; de esta manera, quien decida someterse a un tratamiento de medicina estética mínimamente invasiva, no tendrá que pausar su vida diaria.
- Mínimo traumatismo y efectos secundarios: al ser mínimamente invasiva la técnica utilizada a la hora de realizar este tipo de tratamientos, no se producen moretones ni marcas visibles que indiquen que se ha realizado un tratamiento de medicina estética.
- Resultados dentro de una mejora de los rasgos: los tratamientos mínimamente invasivos buscan mejorar los rasgos en general del paciente, y no solo un aspecto en particular.
Entre los procedimientos más comunes de este tipo están: los rellenos faciales los cuales se pueden realizar con ácido hialurónico o poliláctico que mantienen la piel hidratada y le otorgan firmeza al cutis; los peelings que tienen como objetivo exfoliar la piel, utilizando productos químicos que eliminan la piel muerta. Finalmente, los tratamientos por radiofrecuencia, como las depilaciones láser que además de la eliminación de vellos de forma permanente, buscan la formación de nuevo colágeno, el drenaje linfático y la buena circulación.